¿Por qué?...

Cuántas veces te soñé,
cual si fueras golondrina,
negra como mi pesar,
suave como una caricia.

Yo, en zozobrante bajel,
navegaba a la deriva;
tú, volando en derredor,
me servias de vigia.

Si arreciaba el temporal
y las olas me vencían
con chillido alentador,
me incitabas seguirte;
y, aferrándome al timón,
puesta en ti sólo la vista,
llegaba salvo y triunfal,
al puerto que tú querías.

¿Por qué en esta tempestad,
me has dejado a la deriva,
y no vuelas junto a mí,
cual si fueras golondrina?...

Pere Maspons i Camarasa
catalán; 1885 - 1962