Yo no quiero estas rosas

Yo no quiero estas rosas
que no tendré mañana.
¡Sólo adoro las cosas
perdidas y lejanas!
Nada presente quiero.
Nada futuro ansío.
En el pasado está
todo lo que fue mío:
la voz que ya no oiré
vibrará en mis oídos
con la infinita angustia
de los bienes perdidos.
La boca que hoy me tiendes
y que hoy también rechazo,
será después a la única
que ambicione mi abrazo.
Buscaré ansiosamente
la presión de tu mano
cuando, perdida y lejos,
sea ya todo en vano.
Y víctimas de mis
inauditos antojos,
acaso llora sangre
por tus perdidos ojos.
Se pasa la vida
de rodillas y juntas
las manos, sollozando
por las cosas difuntas.
No me hagas más reproches
porque no te he querido,
¡Porque te adoraré
cuando te halla perdido!

María Monvel
chilena