Dices, que no te acuerdas, Clori, y mientes
en decir, que te olvidas de olvidarte;
pues das ya en tu memoria alguna parte,
en que, por olvidado, me presentes.
Si son tus pensamientos diferentes
de los de Albiro, dejarás tratarme;
pues tu misma pretendes agraviarte,
con querer persuadir, lo que no sientes.
Niégasme ser capaz de ser querido,
y tú misma concedes esta gloria,
con que en tu contra tu argumento ha sido.
Pues si para alcanzar tanta victoria,
te acuerdas de olvidarte del olvido,
ya no das negación a tu memoria.
Sor Juana Inés de la Cruz
mexicana