Todo el día tengo, amor,

Todo el día tengo, amor,
tu corazón en mis brazos
–¡oh blanca flor infinita!–,
meciéndolo, acariciándolo.

De noche lo acuesto junto
a mi corazón romántico,
para que duerma en la gloria,
mientras velo desvelado
¡oh niño recién nacido,
amor!– por no lastimártelo.

Juan Ramón Jiménez

de: http://www.internet.com.uy/poesiay/poes2008/rincolit/rin808.htm