La Ley, dicen los jardineros, es el sol,
la Ley es la que
los jardineros obedecen
mañana, ayer, hoy.
La ley es la sabiduría de los ancianos,
amonestas chillonamente los impotentes abuelos;
los nietos sacan una tremolante lengua,
la Ley es el sentido de los jóvenes.
La ley, dice el sacerdote con mirada sacerdotal
explayándose ante la gente nada sacerdotal,
La ley es la palabra de mi sacerdotal libro.
La ley es mi púlpito y mi campanario.
La ley, dice el juez mirando despectivamente,
hablando clara y muy serenamente,
La ley es como les dije antes
la Ley es como supongo saben
la Ley es pero dejen que les explique otra vez
la Ley es la Ley.
Pero los eruditos cumplidores de las leyes escriben:
la Ley no es el bien ni el mal,
la Ley es sólo crímenes
castigados en tiempos y en lugares,
La ley es la vestimenta de las gentes
en cualquier tiempo y lugar;
la Ley es Buenos-días y Buenas-noches.
Otros dicen, la Ley es nuestro Destino;
otros dicen, la Ley es nuestra Patria.
Otros dicen, otros dicen
ya no hay Ley
la ley se ha marchado.
Y siempre la muchedumbre grita disgustada
grita mucho, muy disgustada
la Ley somos Nosotros;
y siempre el suave tonto suavemente Yo.
Si nosotros, querida, sabemos que no sabemos más
que ellos sobre la Ley,
si yo no más que tú
sé qué debemos no hacer
excepto que todos están de acuerdo,
contentos o tristes,
en que hay Ley
y que todos saben esto;
y por lo tanto, piensan es absurdo
identificar la Ley con otra palabra.
A diferencia de tantos hombres
no puedo decir la Ley es, nuevamente;
ni menos que ellos podemos reprimir
el deseo universal de adivinar
o salirnos de nuestra posición
a un estado de indiferencia.
Aunque puedo por lo menos limitar
tu vanidad y la mía
a declarar tímidamente
un tímido símil
del que haremos alarde de todos modos:
como el amor, digo.
Como el amor, no sabemos por qué
como el amor, no podemos avanzar o huir
como el amor con frecuencia lloramos
como el amor pocas veces cumplimos.
W. H. Auden
Traducción de Francisco Pérez Febres-Cordero
Law, Like Love (Ley como amor)