Zefiro torna

Céfiro vuelve, y vuelven sus acordes,
sus pies agitan a las marinas ondas
y si cantando va sobre verdes frondas
hace bailar al prado y a las flores.

Filis y Cloris, primavera eterna,
ya temperan sus dulces notas jocundas
y ya los montes y las hoyas profundas
cantan junto con las canoras cavernas.

Surge más bella que siempre la aurora,
verte la luz su argentino acento,
y lo engalana al celestial manto.

Y yo en el desierto solo ahora
con el ardor de tus ojos, mi tormento,
unas veces lloro, otras veces canto.

Ottavio Rinuccini

Traducción de Jorge Luis Pérez sobre la traducción literal de C. Buchan López