Aquí el legado
de amor lesionado
que yo aún guardo:
de Cloris fue dardo,
trenzada cadena
que ejecuta cruel
mi amarga pena.
Cloris amorosa
no sëas vergonzosa,
deshaz mi condena;
mira que yo muero,
ayúdame pronto
querido lucero.
Sin esperanzas suspiro,
lentamente te miro;
cantando mi dolor
espero rezando
que otra mirada
reencienda piedad
en mi alma gastada.
Cloris amorosa
no sëas vergonzosa,
nutre, oh, piadosa,
a quien tiene hambre:
sirve presurosa
con tu dulce sangre.
Ya que tu partida
me niega la vida,
su duelo tan fuerte
me lleva a la muerte.
¡Por dentro y fuera
me quema aprisa,
me quema entera,
aun oír tu risa!
mi alma quisiera
poder ya no sufrir;
oh, muerte, ven pronto
que ya quiero morir.
Biagio Marini
querido lucero.
Sin esperanzas suspiro,
lentamente te miro;
cantando mi dolor
espero rezando
que otra mirada
reencienda piedad
en mi alma gastada.
Cloris amorosa
no sëas vergonzosa,
nutre, oh, piadosa,
a quien tiene hambre:
sirve presurosa
con tu dulce sangre.
Ya que tu partida
me niega la vida,
su duelo tan fuerte
me lleva a la muerte.
¡Por dentro y fuera
me quema aprisa,
me quema entera,
aun oír tu risa!
mi alma quisiera
poder ya no sufrir;
oh, muerte, ven pronto
que ya quiero morir.
Biagio Marini
Traducción de Jorge Luis Pérez