El deseo imposible

Luchar... ¿por quién y para quién?, me digo
no tengo a un ser querido en derredor;
a nadie importa si me muero o vivo
ni a nadie le interesa mi dolor.

Luchar, ¿por quién y para quién?, suspiro;
barca sin rumbo, a la deriva voy
y a cada nuevo golpe del destino
sola, indefensa, a su merced estoy.

Todo aquello que odié me ha sido dado;
todo cuanto pedí me fue negado.
¡Y era tan poco lo que yo deseé!:

Ni riquezas ni honores... solamente
un corazón para apoyar mi frente
y un dulce amor para fincar mi fe.

Rosario Sansores
mexicana