Con cariño contemplo la colina
donde yace el cedro que el horizonte
en tantísimos puntos esconde;
en espacios sin fin fijo la vista
y observo más allá del silencio
y en mí mismo me quedo absorto
junto al miedo. Y durante oigo
por entre el árbol pasar al viento,
si entonces lo comparo con mi voz
soy eterno, como los años muertos,
el presente, y su sonido. Y yo
de puntillas en mi alma me quedo
en aquesta inmensidad que hunde:
naufragar en este mar me es dulce.
Giacomo Leopardi
Traducción de Jorge Luis Pérez