¡Cómo no to he encontrado cuando aún podía amarte!
cuando pude en mis besos, mi existencia brindarte,
cuando mi alma, ligera como el agua y la brisa
pudo dársete toda, ¡sólo en una sonrisa!
¡Cómo no te he encontrado cuando aún era buena!
cuando no había en mis labios este amargo sabor.
Hoy llevo el alma roda por hilachas de pena
y en mis ojos el llanto, ya sembró su color.
Es mejor alejarnos. Tu ventura, me hiela,
ya mi vida es otoño, primavera tu amor.
¡Déjame ahora, es tarde! Mi corazón anhela
soledad y tristeza, ¡vete! Que así es mejor.
Autor desconocido