Esa mujer

Esa mujer se parece a mi madre.
A mi madre, perdida en la distancia
del pueblo viejo, donde estará ahora
cayendo un agua cadenciosa y mansa.

Esa mujer se parece a mi madre.
Yo siento la onda azul de su mirada
envolviéndome en una cosa tibia
de mansedumbre, de éxtasis, de alma.

A fuerza de sufrir se ha vuelto buena,
a fuerza de llorar se ha vuelto diáfana,
a fuerza de callar se ha vuelto triste,
a fuerza de querer se ha vuelto santa...

Esa mujer se parece a mi madre.
¡Oh, qué deseos tengo de abrazarla
contra mi corazón; ver sus arrugas;
besar la nieve noble de sus canas,
y lavar mis pecados y mis vicios
en el rocío puro de sus lágrimas!

Esa mujer se parece a mi madre.
Transportado, no dejo de mirarla,
sin poder explicarme este momento
sentimental porque mi vida pasa...
A mi madre, perdida en la distancia
del pueblo viejo, donde estará ahora
cayendo un agua cadenciosa y mansa.

Luis Palés Matos
portorriqueño